viernes, 27 de mayo de 2011

Cuando desde CiU recriminaban agresiones de los Mossos

31 de marzo de 2009, CiU, junto con PP y Ciutadans, pide a Joan Saura que dimita por los incidentes de los Mossos al cargar contra los universitarios que protestaban contra el plan Bolonia.

http://www.lavanguardia.com/politica/noticias/20090320/53664273985/ciu-insta-a-montilla-a-que-retire-de-interior-a-saura-mossos-pujol-icv-jose-montilla-generalitat-joa.html

El portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, ha instado al presidente de la Generalitat, José Montilla, a que retire las competencias de Interior al conseller Joan Saura.

Después de la, a su juicio, "desproporcionada" carga de los Mossos d'Esquadra contra estudiantes y periodistas en las protestas contra el proceso de Bolonia, Pujol ha atribuido las culpas exclusivamente al mando político del departamento de Interior.


http://www.lavanguardia.com/politica/noticias/20090331/53672302904/ciu-pp-y-cs-piden-a-saura-que-deje-interior-y-le-culpan-de-los-incidentes.html

CiU, PP y Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía (C's) han atribuido a Joan Saura la responsabilidad principal de los incidentes entre Mossos d'Esquadra y estudiantes anti-Bolonia los días 18 y 19 de marzo y le han pedido nuevamente que abandone su cargo de conseller del Interior.


Hoy, 27 de mayo de 2011, los Mossos de Esquadran han cargado duramente contra ciudadanos acampados en la Plaça Catalunya dejando un saldo de más de un centenar de heridos.

http://www.20minutos.es/noticia/1064805/4/mosssos/plaza/cataluna/
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/26/barcelona/1306440444.html

¿Serán consecuentes desde el Govern y destituirán al Conseller d'Interior, Felip Puig?

martes, 17 de mayo de 2011

No avanzamos nada

... nos encontramos con una actitud curiosa hacia un colectivo que garantiza el éxito de nuestra agricultura. A los emigrantes, los necesitamos y los odiamos. En cuanto llegan a un distrito, se topan con esa antipatía atávica del lugareño hacia el extraño, el forastero, con un odio que se repite desde comienzos de la historia, desde la aldea más primitiva a nuestras granjas industriales. A los emigrantes se les odia por los siguientes motivos: porque son sucios e ignorantes, porque traen enfermedades, porque su presencia obliga a un incremento de los efectivos policiales y del gasto escolar, y porque si llegan a organizarse, pueden llegar a negarse a trabajar y a arruinar cosechas enteras. Nunca logran ser admitidos en la comunidad ni en la vida de la comunidad.Son auténticos vagabundos a los que se les niega el derecho a integrarse en las poblaciones que necesitan de sus servicios.

No, no es actual, es un libro de 1936. Y habla de California, es de John Steinbeck, "Los vagabundos de la cosecha".

Encaja perfectamente con el discurso del Partido Popular de Badalona o con el de Plataforma x Catalunya. No avanzamos. Retrocedemos.

Texto recogido de: http://patgato.blogspot.com/2007/06/europa-en-el-2007.html

sábado, 14 de mayo de 2011

Crisis (24): Incompetencia (Por Xavier Sala-i-Martin)

Fuente: https://www.facebook.com/notes/xavier-sala-martin/crisis-24-incompetencia/10150185976676345


Se acaba de cumplir un año del rescate de Grecia. Es una euro-efemérides importante porque se trató del primer rescate de un país de la zona euro (después han venido Irlanda y Portugal y los mercados siguen sospechando que la próxima ficha del dominó financiero es España) y porqué… bien, pues porqué el rescate ha sido un clamoroso fracaso.


El problema es que las autoridades europeas diagnosticaron mal el problema de Grecia: pensaron que se trataba de un problema de liquidez temporal cuando en realidad se trataba de un caso de insolvencia. Me explico. A veces, las empresas o las familias no pueden pagar los intereses de sus deudas porque tienen pequeños problemas de tesorería: por ejemplo, durante el próximo mes de junio uno tiene que pagar 1000 euros y no los tiene disponibles porque no va a cobrar 5000 euros de unos clientes hasta el mes de julio. El problema de liquidez o tesorería se puede arreglar con un crédito temporal de 1000 que permita pagar lo que se debe en junio y que se puede devolver sin dificultad en julio.


Por el contrario, los problemas de insolvencia ocurren cuando uno se ha endeudado tanto que todas las propiedades que uno tiene valen menos de lo que uno debe. En este caso, incluso si la familia o la empresa vendiera todo lo que posee, no podría pagar las deudas. Cuando sucede eso, se dice que es insolvente o que la deuda es insostenible. Fíjense que en este caso un crédito adicional no soluciona nada. Al contrario, agrava todavía más las cosas dado que aumenta una deuda que ya de por si es impagable.


Existe la posibilidad de que un problema de liquidez se transforme en un problema de insolvencia terminal. Eso pasa, por ejemplo, cuando el crédito temporal que uno tiene que pedir para solucionar la falta de liquidez temporal tiene unas condiciones tan desfavorables (es decir, los tipos de interés son tan altos) que generan unas pérdidas que le obligan a endeudarse todavía más y hacer así una bola de nieve de créditos que acaban por ser insostenibles.


A los gobiernos les pasa algo parecido. A veces tienen problemas de liquidez (por ejemplo, cuando necesitan pagar las nóminas en junio y la recaudación fiscal no le va a llegar hasta julio) y a veces, tienen un problema de insolvencia (cuando su deuda es tan alta que nunca va a recaudar lo suficiente como para poder devolverla).


Pues bien, en 2010 las autoridades europeas diagnosticaron el problema de Grecia como un caso de falta de liquidez. Pensaron que esa falta de liquidez estaba poniendo tan nerviosos a los mercados, que éstos estaban prestando a Grecia a unos intereses tan altos que amenazaban con convertir su deuda en absolutamente insostenible. La solución que adoptaron fue la del “rescate”. Es decir, los gobiernos de Europa crearon un fondo de rescate con el que concedieron un crédito de 110.000 millones de euros a tipos de interés por debajo de los de mercado. Con ello pensaban que los mercados verían que Grecia tenía liquidez para pagar sus deudas a corto plazo. A cambio de ello, Grecia se comprometía a reducir su déficit fiscal a base de imponer recortes de gasto y aumentos de impuestos. Esas reformas habían de restablecer la confianza en la sostenibilidad de su deuda.


Ha pasado un año y hoy todo el mundo ve claramente que ese diagnóstico estaba equivocado: Grecia no tenía un problema de liquidez sino de insolvencia. La deuda griega es muchísimo más grande de lo que se nos había dicho (parece que el gobierno había maquillado las cuentas) y alcanza el 145% del PIB. Asimismo, el déficit es mucho mayor de lo que se había anunciado y llega al 10,5% del PIB. El problema viene de lejos. Grecia nunca debió ser admitida al euro ya que nunca cumplió los criterios de Maastricht. A pesar de ello, unas autoridades europeas ansiosas por ampliar la zona de influencia del euro y combatir así la hegemonía del dólar, hicieron la vista gorda y la colaron por la puerta de atrás. Eso, a su vez, permitió a los griegos pedir prestado en euros a tipos de interés parecidos a los alemanes. Al fin y al cabo, los políticos europeos (ufanos con su nueva moneda) se vanagloriaban de la seguridad que el euro daba a todos sus miembros, impidiendo que ninguno de ellos quebrara. Y claro, dejar que un malgastador compulsivo obtenga crédito a tipos de interés reducidos es como dejar a un niño en una fábrica de golosinas: los griegos se endeudaron y endeudaron hasta que su deuda fue insostenible.


No hay ninguna previsión razonable que indique que Grecia va a poder pagar su deuda en los plazos acordados. La deuda pública griega es, pues, insostenible por lo que un nuevo plan de rescate vuelva a prestar todavía más dinero no sólo no va arreglar nada sino que va a empeorar las cosas. Ha llegado el momento de hacer algo distinto. La pregunta es: ¿qué hacer? Pues mucho me temo que, por más que las autoridades monetarias (lideradas por el gobernador francés del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet) la única se opongan, la única alternativa es la reestructuración de la deuda. Es decir, hay que renegociar con los acreedores y decirles la deuda se va a renegociar. Se van a tener que alargar los plazos, se van a tener que rebajar los intereses y quizá se va a tener que recortar el principal. El problema es que los acreedores son principalmente unos bancos europeos que ya tienen suficientes problemas de morosidad.


Lo que pasa es que no hay alternativa: si no renegocian los términos de la deuda griega no van a cobrar nada. Los bancos y las cajas que se equivocaron al prestar dinero a unos gobiernos irresponsables deben pagar por sus errores. Ahora bien, tampoco estaría mal que los oficiales europeos que han encadenado toda la serie de errores que han llevado a la situación actual (desde la admisión de Grecia al euro cuando no cumplía los criterios de Maastricht hasta el diagnóstico equivocado del 2010, pasando por las garantías de rescate que permitieron a los griegos endeudarse más de la cuenta) también pagaran un precio por su incompetencia.

martes, 3 de mayo de 2011

Las gangas salen caras

(Es una traducción de: http://www.capitalismeillibertat.com/capitalisme-i-llibertat/les-gangues-surten-cares )

¿Alguien se ha preguntado alguna vez por qué tenemos los políticos que tenemos si es público y notorio que en la sociedad hay mucha gente que haría 10 veces mejor su trabajo? ¿O por qué muchos de los políticos de primera línea ni siquiera tienen título universitario (que no es cura de la ignorancia pero ayuda)? ¿O por qué su conocimiento de idiomas es tan escaso?

Pues porque en general la gente con sueldos superiores al privado que se dedica a la política no obtiene ningún beneficio económico, más bien al contrario: Desprestigio público, rumores, mala imagen, pierde transversalidad, etc. Si miramos los datos, veremos que los consejeros ejecutivos de las empresas del Íbex cobran de media 1 millón de euros, mientras que los ministros y el presidente del gobierno 68.981,00€ y 78.185,00€ anuales respectivamente. Un consejero de una empresa, que puede influir sobre un capital (el de la empresa) que es muy menor que el presupuesto del Estado, cobra 12,8 veces más que un presidente. Poner alguien sin ningún conocimiento sobre ninguna materia ni ningún bagaje cultural, lingüístico o económico al frente de una institución como el Gobierno del Estado, que gestiona 236.000.000.000€, es una auténtica temeridad.

Nos llenamos la boca que los políticos no tienen que vivir de la política y que no tienen que tener salarios altos sin saber el que esta afirmación comporta. Muy probablemente lo hacemos movidos por la envidia y porque nos cuesta de digerir que alguien sea más habilidoso que nosotros para poder cobrar sueldos más altos. Este comportamiento corto de miras provoca que la gente válida se vaya al sector privado y los ineptos conquisten el público. La política es vista por esta gente (los ineptos) como un buen negocio porque haciendo de “políticos” pueden tener mucho mejor salario del que tendrían al sector privado.

Multiplicar por 8 el sueldo a los cargos de gobierno de más responsabilidad (ministras, presidentes, etc) podría ser el primer paso para conseguir una casta política que esté a la altura de la importancia de las instituciones que presiden o cuanto menos eliminar el coste de oportunidad de la gente con salarios superiores. El coste de la mala imagen que esta gente tendría no se evitaría, pero se vería compensado por el patriotismo y la voluntad de servir a la sociedad que esta gente muy probablemente tiene.